Edward Carpenter |
Edward
Carpenter nació en Hove en el seno de una familia de clase media y de tradición
naval.
En 1864
ingresó en el Trinity College, Universidad de Cambridge, donde estudió
teología. En la misma universidad tuvo sus primeras relaciones homosexuales,
destacando la relación con Andrew Beck, aunque esta relación se rompió porque
éste se casó y se convirtió en catedrático de la Universidad de Cambridge. La
ruptura dejó a Carpenter muy dolido marcando su actitud hacia las relaciones
durante bastante tiempo, y haciéndole un habitual de los prostitutos de París
durante una temporada.
En 1874 y se
dedicó a impartir clases de astronomía, culto solar, la vida de las mujeres de
la Grecia antigua y música. Se desplazó hasta Leeds como parte del movimiento
de divulgación universitaria, formado por académicos que deseaban hacer llegar
la educación superior a las zonas más pobres de Inglaterra.
A pesar de
sus notorias ideas políticas se le ofreció ser el tutor del futuro rey Jorge V,
pero cortésmente declinó la oferta.
En Sheffield,
Carpenter radicalizó su pensamiento, recibiendo influencia de un discípulo de
Engels, Henry Hyndman. Se unió a la Social Democratic Federation (SDF) en 1883
e intentó formar una delegación en la ciudad. Pero el grupo eligió ser
independiente y se convirtió en la sociedad socialista de Sheffield: Socialist
Society. Al mismo tiempo trabajó en varios proyectos entre los que destaca la
de dar a conocer las pobres condiciones de vida de los trabajadores de las
fábricas. En mayo de 1889 Carpenter escribió un artículo en el Sheffield
Independent calificando a Sheffield de ser la vergüenza del mundo civilizado y
diciendo que la gigantesca nube de humo negro que se levanta sobre la ciudad
era como la del juicio final, en el que miles de vidas eran sacrificadas.
Afirmó que cien mil adultos y niños a duras penas recibían luz solar ni aire
puro, llevando vidas miserables y muriendo de enfermedades que esto les
producía.
En 1884
abandona el SDF con William Morris y se une a la liga socialista.
Atraído por
una vida más próxima a la naturaleza, Carpenter se muda a una granja arrendada
por Albert Fearnehough y su familia en Bradway, un apartado distrito entonces
perteneciente a Derbyshire y actualmente a Sheffield. Allí fue donde Carpenter
empezó a desarrollar el núcleo de su pensamiento político. Influenciado por John
Ruskin se imagina un futuro en forma de comunismo primitivo, rechazando el
industrialismo de la época Victoriana. En este comunismo utópico prevé que la
ayuda mutua y la unión de voluntades se producirían de forma espontánea e
instintiva.
Cuando su
padre murió en 1882 heredó una considerable fortuna, lo que le permitió dejar
la enseñanza y dedicarse a una vida sencilla en una granja en Millthorpe, cerca
de Baslow en Derbyshire. En este tiempo ya había asumido totalmente su
orientación sexual, además habían finalizado sus ataduras familiares
convencionales (su madre había muerto en 1881, lo que unido a la paz de su
nueva vida junto a la naturaleza le proporcionó un periodo de gran creatividad
artística. Carpenter escribió en una caseta de madera en su jardín lo que sería
su libro de versos Towards Democracy (Hacia la democracia), que fue muy
influenciado por la espiritualidad oriental y las lecturas de Walt Whitman.
Durante los
años 1880 Carpenter se interesó por el misticismo hindú y la filosofía india
siendo muy influido por ellas.
Al regresar
de la India 1891 conoció a George Merrill, un hombre de clase trabajadora de Sheffield
y ambos entablaron una relación amorosa que culminaría en 1898 cuando
decidieron vivir juntos. Merrill se había criado en los barrios bajos de
Sheffield y no había recibido una educación formal. Dos hombres de distinta
clase social viviendo juntos como pareja era algo inaudito en la Inglaterra de
los años 1890, más extraordinario si se tiene en cuenta el escándalo que se
desató con el juicio contra Oscar Wilde de 1895 en aplicación de la enmienda
del código penal que se había aprobado en 1886 ampliado la penalización de la
homosexualidad, de prohibir el sexo anal a castigar cualquier contacto
homosexual entre hombres. Su relación no sólo desafiaba la moralidad sexual de
la época victoriana sino también su estricto sistema de estratificación y separación
entre clases sociales. A pesar de todo, su relación se consolidó y
permanecieron juntos toda la vida. En cierto modo su unión reflejaba la
convicción de Carpenter de que el amor homosexual tenía el poder de subvertir
las barreras sociales. Tenía la creencia de que en el futuro los homosexuales
serían la causa de un cambio radical en las condiciones sociales de los
hombres. Remarcándolo en su obra The Intermediate Sex (El sexo intermedio)
A pesar de
su heterodoxo modo de vida, Carpenter y Merrill se las arreglaron para evitar el
escándalo y los arrestos en un clima social muy hostil contra la homosexualidad
gracias al aislamiento que les proporcionaba vivir en un lugar apartado como su
Milthorpe y a la hábil diplomacia literaria de Carpenter. En sus obras se cuida
de plasmar los aspectos carnales de las parejas del mismo sexo, haciendo
hincapié en los aspectos emocionales de tales relaciones. Para reafirmar esta descripción
obtuvo una gran inspiración de la idealización del amor homosexual de las obras
de Platón, bastante popular entre los gays de la época victoriana que
frecuentemente aludían al "amor griego" como un código oculto al
tratar de su orientación sexual. Vivir en un lugar tan remoto también permitió
a Carpenter disfrutar del nudismo que él creía era un símbolo de unión con la
naturaleza. Carpenter también empezó a cultivar una forma de pensamiento
filosófico que filosofía que defendía una simplificación radical de la vida,
centrándose en la necesidad de vivir al aire libre, una forma de vestir
racional y una dieta ovo-lácteo vegetariana.
La lejanía y
aislamiento de Milthorpe también permitió que su casa se convirtiera en un
punto de encuentro de socialistas, humanistas, intelectuales y escritores del
Reino Unido y del extranjero con los que mantenía correspondencia.
El 10 de
enero de 1928 murió George Merrill tras 30 años de vida en común.
Tres meses
después, en mayo de 1928, Edward Carpenter sufrió una apoplejía, dejándole casi
completamente inválido. Sobrevivió otros 13 meses antes de morir en una tarde
de verano, el viernes 28 de junio de 1929 en Guilford, Surrey.
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