miércoles, 16 de julio de 2014

La Inquisición y la homosexualidad

Quema del caballero de Hohenberg y de su sirviente
condenados a morir en la hoguera por sodomía
junto a la muralla de Zúrich, 1482
La persecución de la homosexualidad por la Iglesia Católica fue constante a lo largo de la Edad Media, si bien la sodomía (concepto normalmente utilizado) era una acusación útil que a veces se unía, y no siempre se distinguía, de la de herejía lo que hace francamente difícil cualquier análisis. Los proce-sos más sonados, como el ataque contra los templarios, acusados de entregarse a prácticas homosexuales y heréticas, son todos sospecho-sos y promovidos por razo-nes políticas.
En circunstancias nor-males los nobles y privile-giados eran raramente acu-sados de esta clase de delitos, que recaían casi enteramente sobre personas poco importantes y de las que tenemos pocos datos. Durante los siglos del V al XVIII, la tortura y la pena capital, generalmente en la hoguera, eran los suplicios a los que se condenaba en la mayor parte de Europa a los homosexuales.
La Santa Inquisición de la Iglesia Católica no se diferencia mucho en su persecución de la homosexualidad de lo que era corriente en casi todas partes, y es culpable de la tortura y muerte de innumerables personas acusadas del denominado pecado nefando.
Aún se conservan expresiones en el lenguaje que hacen referencia a la quema en la hoguera de los homosexuales:

  • finocchio ('finoquio'), que en italiano significa 'maricón' y también 'hinojo' (porque se envolvía a la persona en hojas de hinojo para retardar su agonía entre las llamas).

  • faggot, que en inglés actual significa 'maricón' pero en el pasado quería decir 'haz de leña' y se relaciona con la leña con que los homosexuales eran quemados vivos hasta morir por su pecado contra natura.

martes, 15 de julio de 2014

La Papisa Juana.

La Papisa Juana alumbrando.
No es un caso de ho-mosexualidad pero cuanto menos, es curioso. No olvi-dar nunca que se trata de una leyenda. No hay datos históricos que la  confirmen.

La leyenda de la Papi-sa Juana trata acerca de una mujer que habría ejercido el papado católico ocultando su verdadero sexo. El pontifica-do de la papisa se suele situar entre 855 y 857, es decir, el que, según la lista oficial de papas, correspon-dió a Benedicto III. Otras versiones afirman que el propio Benedicto III fue la mujer disfrazada y otras dicen que el periodo fue entre 872 y 882, es decir, el del papa Juan VIII.
En síntesis, los relatos sobre la papisa sostienen que Juana, nacida en el 822 en Ingelheim am Rhein, cerca de Maguncia, era hija de un monje. Según algunos cronistas tardíos, su padre, Gerbert, formaba parte de los predicadores llegados del país de los anglos para difundir el Evangelio entre los sajones. La pequeña Juana creció inmersa en ese ambiente de religiosidad y erudición, y tuvo la oportunidad de poder estudiar, lo cual estaba vedado a las mujeres de la época. Puesto que sólo la carrera eclesiástica permitía continuar unos estudios sólidos, Juana entró en la religión como copista bajo el nombre masculino de Johannes Anglicus (Juan el Inglés). Según Martín el Polaco (cronista dominico del siglo XII), la suplantación de sexo se debió al deseo de la muchacha de seguir a un amante estudiante. (Como en Yentle)
En su nueva situación, Juana pudo viajar con frecuencia de monasterio en monasterio y relacionarse con grandes personajes de la época.
Juana se trasladó a Roma en 848, y allí obtuvo un puesto docente. Siempre disimulando hábilmente su identidad, fue bien recibida en los medios eclesiásticos, en particular en la Curia. A causa de su reputación de erudita, fue presentada al papa León IV y enseguida se convirtió en su secretaria para los asuntos internacionales. En julio de 855, tras la muerte del papa, Juana se hizo elegir su sucesora con el nombre de Benedicto III o Juan VIII. Dos años después, la papisa, que disimulaba un embarazo fruto de su unión carnal con el embajador Lamberto de Sajonia, comenzó a sufrir las contracciones del parto en medio de una procesión y dio a luz en público. Según Jean de Mailly (cronista dominico del siglo XII), Juana fue lapidada por el gentío enfurecido. Según Martín el Polaco, murió a consecuencia del parto.

Siempre según la leyenda, la suplantación de Juana obligó a la Iglesia a proceder a una verificación ritual de la virilidad de los papas electos. Un eclesiástico estaba encargado de examinar manualmente los atributos sexuales del nuevo pontífice a través de una silla perforada. Acabada la inspección, si todo era correcto, debía exclamar: «Duos habet et bene pendentes» (‘tiene dos y cuelgan bien’)

lunes, 14 de julio de 2014

Liber Gomorrhianus

Liber Gomorrhianus
El Libro de Gomorra (en latín: Liber Gomorrhia-nus) es una obra escrita y publicada por Pedro Damián alrededor de 1051. Este tratado es una feroz crítica a los vicios del clero de la época, dirigido al papa León IX. Es la primera obra cristiana de la Edad Media que condena explícitamente la homosexualidad, y sobre todo, la primera en informar de estas prácticas entre el clero.
En el libro Pedro Damián establece cuatro niveles de gravedad de los comportamientos sodomíticos, que según él y en orden creciente de gravedad serían: 
  • la masturbación en solitario,
  • la masturbación mutua,
  • la cópula entre los muslos
  • y la fornicación anal. 
Recrimina a los superiores la excesiva indulgencia aplicada para castigar estos pecados, en especial los tres primeros. Se opone a la ordenación de aquellos que practiquen la homosexualidad y pide que se expulse de las órdenes religiosas a los sodomitas que ya estén ordenados. También condena la fornicación de los clérigos con muchachas, monjas, prostitutas y con animales. Es especialmente duro y despectivo con los obispos involucrados en prácticas homosexuales con sus subordinados, los sacerdotes sodomitas que usen el sacramento de la confesión para absolverse mutuamente y los clérigos que mantengan relaciones sexuales con chicos adolescentes.

El libro causó un gran revuelo y le granjeó no pocas enemistades a su autor. El papa León IX, que inicialmente elogió la obra, fue convencido de que exageraba. León IX puso en práctica algunas acciones propuestas por el autor aunque suavizadas, penalizando solo a los sacerdotes que contravinieran las normas de forma reiterada y durante un largo periodo de tiempo. La supuesta frialdad del papa impulsó a Damián a escribir una dura carta de protesta.

Sodomía: un término del siglo XI

San Pedro Damián
La sodomía es un término de origen religioso que hace referencia a determinados comportamientos sexuales, históricamente utilizado para describir el acto del sexo anal entre homosexuales y las demás prácticas homosexuales masculinas, si bien también puede usarse para describir el sexo anal heterosexual.
Como herencia de la cultura judeo-cristiana, en varios idiomas occidentales se emplea el gentilicio sodomita para designar a quienes practican diversa clase de prácticas sexuales que se desvían de la normalidad desde la óptica cristia-na, como por ejemplo: homose-xualidad, sexo anal, sadomaso-quismo, etc.
El término sodomía proviene del nombre de la antigua ciudad de Sodoma, la cual según la Biblia fue destruida por Dios por sus muchos pecados. En el habla actual se identifica con la práctica del sexo anal porque los sodomitas pretendieron abusar sexualmente de los mensajeros enviados a rescatar a Lot, cuando la ciudad ya estaba condenada por lo grave de sus múltiples pecados, que en este caso particular de los mensajeros fue más bien una violación de las Leyes de la Hospitalidad, puesto que la violación física ni siquiera se consumó.
La sodomía en la Edad Media y en la Edad Moderna implicaba diversos «actos contra natura», pero principalmente era empleado en el caso del sexo anal.
No será hasta el siglo XI cuando aparezca la palabra «sodomía» en el Liber Gommorrhianus del monje benedictino Petrus Damianus, para el que la palabra incluía todas aquellas actividades sexuales que no servían para la reproducción. Debido a que las palabras para denominar la homosexualidad no aparecieron hasta el siglo XIX, se empleaba el término «sodomita» para denominar a los hombres que tenían relaciones sexuales con otros hombres. Las lesbianas eran ignoradas en gran medida, aunque mujeres que practicasen el sexo anal también caían bajo el epíteto «sodomita».

Hasta el siglo XIII, la sodomía no era castigada en la mayoría de los países europeos; no era más que uno de tantos pecados que aparecían en los textos eclesiásticos. La actitud cambió en el transcurso de las Cruzadas, en las que la propaganda antiislámica identificaba a los musulmanes con sodomitas que violaban a obispos y niños cristianos. Poco después se identificaba la sodomía con la herejía y entre 1250 y 1300 se introdujeron leyes que castigaban con la muerte dicho pecado. Estas leyes se emplearon sobre todo como herramientas políticas, como fue el caso de los templarios o del asesinato de Eduardo II de Inglaterra, o en casos de peligrar la paz social, como en casos de violaciones o pederastia. 

jueves, 10 de julio de 2014

Ricardo ‘Corazón de León’ de cruising en las Cruzadas

El León en invierno, 1968.
Anthony Hopkins interpreta a Ricardo I y
Timothy Dalton interpreta a Felipe Augusto de Francia.
Ricardo I de Inglaterra conocido como Ricardo ‘Co-razón de León’, fue rey de Inglaterra entre 1189 y 1199, siendo el tercer hijo del rey Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquita-nia.
¿Os acordáis del rey amigo de Robin Hood en Ivanhoe?, pues éste. Para los que no estamos muy duchos en historia siempre nos salva una referencia del cine de Holywood.
Se casó con Berengüela de Navarra, hija del Rey de Navarra. Pero no falta quien le relacione con conductas homosexuales.
La homosexualidad de Ricardo comenzó a ser discutida a mediados del siglo XX tras la publicación de The Plantagenets: 1154-1485 (1947) de John H. Harvey. Posteriormente, algunas insinuaciones al respecto en las escenas finales de la célebre película, El león en invierno (1968), contribuyeron a su masiva difusión y aceptación. No obstante, la supuesta homosexualidad de Ricardo 'Corazón de León' ya había sido apuntada en trabajos anteriores. John Gillingham encuentra la primera alusión en History of England (1732) de Paul de Rapin; Jean Flori, por su parte, dice ver otra alusión en Histoire des comtes de Poitou, (1903). Tras el trabajo de John Harvey, la mayoría de los historiadores han aceptado como cierta la homosexualidad de Ricardo y hoy en día hasta la Enciclopedia Británica la recoge. No obstante, esta conclusión no parece estar tan clara como se ha pretendido.
Como era de esperar, tanto John Gillingham, primero, como Jean Flori, después, han tratado esta cuestión en sus respectivos trabajos, pero aunque sus conclusiones difieren, sí que coinciden en negar que Ricardo fuera un homosexual exclusivo.

Pero sí que es verdad que el rey Ricardo no se caracterizó por sus relaciones con el sexo femenino. Según su biógrafo Jean Flori ni siquiera llegó a acostarse con su esposa Berengüela de Navarra. En cambio se le señalan multitud de amantes masculinos: Felipe Augusto de Francia y especialmente los jóvenes trovadores. No sería descartado que Robín Hood estuviera en la lista, aunque si es difícil llegar a conocer su existencia, más lo es señalarlos como amantes.

El convenio de adopción con Rusia discrimina a los españoles por su orientación sexual

Y otra vez más el Gobierno de España se baja las bragas ante gobiernos que no respetan los derechos humanos. A estos países ni agua.
España ha firmado este lunes un convenio bilateral con Rusia para regular la adopción de niños rusos por parte de españoles. Las adopciones se realizarán "según los requisitos legales rusos", que impiden adoptar a los homosexuales y a familias monoparentales. El acuerdo servirá para desbloquear la situación de 600 familias (el Gobierno de Putin paraliza las adopciones de niños rusos cuyo destino son países que han legalizado el matrimonio homosexual). Jesús, secretario de Galehi (Asociación de gais y lesbianas con hijos), considera "lamentable" la postura de España. "Se están imponiendo las leyes rusas en perjuicio de los españoles, a quienes se les está discriminando por su orientación sexual. Están trasladando sus leyes internas a nuestro país y eso no puede ser", afirma.
"Es un chantaje emocional por parte de Rusia. Las personas que lo consigan estarán muy contentas, y me alegro mucho por ellos, pero no se puede pasar por encima de los derechos. Si empiezas a ceder, lo siguiente será más fácil. El Gobierno de España ha demostrado una posición de debilidad y que no considera a los LGBT (Lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) ciudadanos de pleno derecho", comenta Jesús, quien adoptó en Rusia a Gabriel hace diez años, cuando solo tenía dos.
Su caso explica por qué en el convenio bilateral se han incluido a las familias monoparentales: "Los homosexuales nunca hemos podido adoptar en Rusia porque no entra en la mente de los jueces, que son quienes deciden. La única opción que tuve fue la adopción monoparental y cuando ya estuve aquí, y se aprobó el matrimonio homosexual, casarme con David y que él se uniera a la adopción".

Desde Galehi y la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familias LGBT van a promover un escrito de queja dirigido al Gobierno español. 

martes, 8 de julio de 2014

Hermanos de afecto y santos.

Santos Polieucto y Nearco. Icono de Robert Lentz. 1995
Los santos Polieucto de Melitene y Nearco eran soldados romanos que vivieron en la Armenia del siglo III y que eran "hermanos de afecto". Ambos son un ejemplo perfecto de los amantes del mismo sexo en la iglesia primitiva. La festividad de San Polieucto es el 13 de febrero.
El primer relato del martirio de Polieucto, una biografía armenia del siglo IV, afirma que ambos eran "hermanos, no por nacimiento, sino por afecto" y disfrutaban de "la relación más cercana posible, siendo ambos camaradas y compañeros".
Nearco era cristiano, pero Polieucto no lo era. Ambos tenían un fuerte deseo de pasar la eternidad juntos, así que Polieucto se convirtió al cristianismo, la fe de sus  querido Nearco. Con celo de un nuevo converso, Polieucto atacó una procesión pagana. Fue decapitado por este crimen en el año 259 en Melitene, ciudad occidental de Armenia. Poco antes de ser ejecutado, dijo sus últimas palabras a Nearco: "Recuerda nuestro voto secreto." Así Polieucto es conocido como protector de los votos y vengador de las promesas rotas.
El fallecido profesor de historia de la Universidad de Yale, John Boswell, nombra a Polieucto y a Nearco como una de las tres parejas principales de amantes del mismo sexo en la iglesia primitiva. Las otras parejas son Perpetua y Felicidad y Sergio y Baco. La historia de amor de Polieucto y Nearco está contada con gran detalle histórico en el libro: "Uniones del mismo sexo en la Europa premoderna" de Boswell.

lunes, 7 de julio de 2014

Eduardo II y Gaveston: mucho más que amigos.

Eduardo II y su Favorito Piers Gaveston. Marcus Stone. 1872
Piers Gaves-ton era hijo de un soldado de Eduar-do I de Inglaterra. Éste había sido uti-lizado como rehén en dos ocasiones por el monarca francés; en la se-gunda ocasión, lo-gró escapar y huir a Inglaterra con su hijo. Ambos entraron al servicio de la hacienda real, donde el buen hacer de Gaveston hizo que el rey le destacara como ejemplo para su propio hijo, el Príncipe Eduardo, convirtiéndole en compañero del heredero en 1300. El Príncipe Eduardo quedó deslumbrado por Gaveston –un hombre docto en las artes de la guerra y las tácticas militares– que era conocido por su ingenio, educación y don de gentes, y le concedió un sinnúmero de honores y regalos. El Príncipe declaró también que amaba a Gaveston como a un hermano.
Aunque a Eduardo I de Inglaterra le gustaba Gaveston, desaprobaba la relación que se había establecido entre éste y el Príncipe, al considerar que la diferencia de rango era demasiado grande.
El rey descubrió que Piers y el Príncipe habían jurado ser compañeros de armas, protegerse el uno al otro y compartir sus posesiones. Para el rey, esto era impensable.
El Príncipe, decidido a mantener su juramento con Gaveston, decidió ennoblecerle, concediéndole el Condado de Ponthieu, que era propiedad suya.
Esto no agradó al monarca y desterró a Gaveston. Igualmente, obligó a Piers y a Eduardo a jurar que no se verían nunca más sin la autorización real. Gaveston partió entonces hacia Francia, con las bodegas repletas de regalos del príncipe. Pero tan pronto como murió Eduardo I en julio de 1307, el nuevo monarca hizo llamar a Gaveston y le concedió el condado de Cornualles (que estaba destinado a Tomás de Brotherton, otro de los hijos de Eduardo I).
Poco después de ser llamado nuevamente a la corte, Eduardo II concertó el matrimonio de Gaveston con Margarita de Clare, nieta del difunto Eduardo I y hermana del Conde de Gloucester.
La boda de Gaveston marcó el comienzo de una interminable serie de festejos y diversiones.
Cuando Eduardo II partió hacia Francia en 1308 para celebrar sus bodas con Isabel de Francia, que contaba a la sazón con tan sólo 12 años de edad, nombró a Gaveston Regente en su ausencia, horrorizando a los Nobles ingleses. Al nombrar a Gaveston convertía al favorito en un hombre todavía más impopular. El propio Gaveston no hizo ningún movimiento durante su breve regencia de dos semanas.
La conducta de Gaveston durante los festejos de la coronación es especialmente significativa: hizo su aparición vestido en púrpura real, en lugar de la ropa de oro propia de un conde, y pasó la tarde charlando y bromeando con Eduardo (que ignoró completamente a su novia, su hermano y sus tíos en favor de Gaveston), para finalmente saberse que todo el oro y las joyas recibidos por el matrimonio como regalos de boda le habían sido entregados.
Tras el bochornoso espectáculo ofrecido durante la coronación, los nobles obligaron a Eduardo a desterrar a Gaveston; Eduardo, sin embargo, le nombró Lord Teniente de Irlanda, un cargo que implicaba autoridad, honor y dignidad.
Gaveston consiguió hacerse nuevos enemigos rápidamente. Un poderoso grupo de condes exigieron al rey un nuevo destierro de Gaveston. Muy pocos permanecieron junto al monarca, y entre los que lo hicieron había nobles como el conde de Surrey que habían jurado odio eterno al valido.
Finalmente, tras la desastrosa campaña escocesa de 1310-1311, Gaveston fue desterrado una vez más.
Cuando Gaveston regresó a Inglaterra en 1312 se encontró con un ambiente sumamente hostil, en el que Tomás Plantagenet había preparado un ejército para enfrentarse a Gaveston y al rey. El 4 de mayo, Lancaster atacó Newcastle, donde se hallaban el monarca y su valido, huyendo ambos hacia el castillo de Scarborough y dejando tras de sí tesoro y ejército, del que se apropió Lancaster. Eduardo se dirigió hacia el sur para organizar un ejército, dejando a Gaveston en Scarborough. Lancaster envió inmediatamente su ejército contra Gaveston para tratar de aislarle del rey. Temiendo por su vida, Gaveston se rindió y fue capturado y llevado al castillo de Warwick.
El 19 de junio, Gaveston fue llevado a Blacklow Hill, propiedad de Lancaster y asesinado por dos galeses, que le atravesaron con una espada antes de decapitarlo cuando estaba sobre la hierba.
Le sobrevivieron su esposa Margarita y un pequeño bebé, Joan.

Eduardo II, al tener conocimiento de los hechos, reaccionó con furia en un primer momento, que acabaría convirtiéndose en un odio frío y en deseo de destruir a los asesinos de Gaveston. Diez años después, vengó la muerte de Gaveston al conseguir que el conde de Lancaster fuera ejecutado.

miércoles, 2 de julio de 2014

Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social

La ley sobre peligro-sidad y rehabilitación social fue una ley del código penal español aprobada por el régimen franquista el 5 de agosto de 1970. Sustituía principalmente a la Ley de vagos y maleantes para el control de todos los elemen-tos considerados antisociales. Entre ellos se incluía a aquellos que practicaran la mendicidad, la homosexua-lidad, el vandalismo, el tráfico y consumo de drogas, la venta de pornografía, la prostitución y el proxenetismo, así como a los inmigrantes ilegales y a cualquiera que fuera considerado peligroso moral o socialmente por el régimen.
Establecía penas que iban desde multas hasta penas de cinco años de internamiento en cárceles o centros psiquiátricos para la «rehabilitación» de los individuos.
Esta ley junto a la de «escándalo público» fue usada de forma sistemática para la represión de la homosexualidad en la última parte de la dictadura franquista. Tras la muerte de Franco el indulto de 1975 y la amnistía de 1976 no incluyó a ninguno de los considerados «peligrosos sociales».
Entrada la democracia la ley siguió en vigor, aunque sin aplicación de facto para los homosexuales. En enero de 1979 se eliminaron varios artículos de la ley, entre ellos el referente a «los actos de homosexualidad». La lucha de los colectivos homosexuales se centró entonces en conseguir la modificación de la ley sobre el escándalo público, consiguiéndolo en 1983, y siendo su derogación en 1989. La ley de peligrosidad social fue derogada completamente el 23 de noviembre de 1995.

En la disposición adicional tercera de la Ley Orgánica de protección de datos 15/1999, de 13 de diciembre de 1999, se declaran confidenciales los archivos policiales de todos los reprimidos con esta ley, y sólo los historiadores pueden acceder a sus datos con fines estadísticos.

Ley de vagos y maleantes

Portada de la revista Estampa publicada el 18 de agosto
de 1934
La Ley de vagos y maleantes fue una ley del código penal español de 4 de agosto de 1933, referente al tratamiento de vagabundos, nómadas, proxenetas y cual-quier otro elemento conside-rado antisocial. También co-nocida popularmente como la Gandula, la ley fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos de la Segunda República para el control de mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas.
Por ser una ley que no sancionaba delitos sino que intentaba evitar la comisión futura de los mismos no incluía penas, sino medidas de alejamiento, control y retención de los individuos presuntamente peligrosos hasta que se determinara que se había acabado su peligrosidad. Quedando así establecida podía ser utilizada arbitrariamente para la represión de las personas sin recursos.  
La ley fue modificada por el régimen franquista para incluir la represión de los homosexuales el 15 de julio de 1954, como sigue (modificaciones en negrita):
«Artículo primero: (...) el número segundo del artículo segundo y el número segundo del artículo sexto de la Ley de Vagos y Maleantes, de cuatro de agosto de mil novecientos treinta y tres, queda redactados de la siguiente forma:
Artículo segundo.- Número segundo.- Los homo-sexuales, rufianes y proxenetas. (...).
Artículo sexto.-Número segundo.- A los homosexuales, rufianes y proxenetas, a los mendigos profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de edad, enfermos o lisiados, se les aplicarán para que las cumplan todas sucesivamente, las medidas siguientes:
a) Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola. Los homosexuales sometidos a esta medida de seguridad deberán ser internados en instituciones especiales y, en todo caso, con absoluta separación de los demás.
b) Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación de declarar su domicilio.
c) Sumisión a la vigilancia de los delegados.»
En 1970 fue sustituida y derogada por la ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, de términos muy parecidos, pero que incluía penas de hasta cinco años de internamiento en cárceles o manicomios para los homosexuales y demás individuos considerados peligrosos sociales para que se «rehabilitaran».

A pesar de que durante el periodo democrático esta ley no fue aplicada continuó vigente hasta su derogación en el año 1995.