viernes, 21 de agosto de 2015

Antonio Pérez."El Pimpollo de Madrid".


           
Antonio Pérez. 
Retrato de Alonso Sánchez Coello.
Antonio Pérez, más conocido como "El Pimpollo de Madrid" posee un oscuro origen, pero lo que sí se sabe es que en 1542 sería legitimado como hijo de Gonzálo Pérez por parte del Emperador Carlos I, del cual era secretario.
            El joven Antonio se criará en las tierras de Ruy Gómez de Silva, Príncipe de Éboli el cual se encargará de supervisar la educación del joven. Esta relación según parece iba más allá de la de un pupilo y su protector, ya que parece bastante cierto que eran amantes.
            Gracias a la influencia del Príncipe de Éboli y a su amistad con el futuro FelipeII, Antonio Pérez pasará a ser secretario personal del futuro monarca. Esto le convertirá en uno de los hombres más poderosos de España.
            Después de la muerte de su "protector" el Príncipe de Éboli, comenzará una alianza con la viuda, Ana de Mendoza, de la que también pasará a ser amante (primero el marido, y ahora consuela a la viuda).
            Por otra parte las intrigas de Antonio Pérez para enfrentar a Felipe II, más de lo que ya estaba, con su hermanastro Juan de Austria fracasarán ante los continuos rumores sobre el asesinato de Rafael Escobedo, emisario de Don Juan de Austria ante la Corte, y la posterior llegada de los documentos privados de Don Juan tras su muerte.
            Produciéndose la caída en desgracia la Princesa de Éboli y de Antonio Pérez al quedar al descubierto sus intrigas y el tráfico con documentos de Estado.
            En 1590 logra huir con destino a Aragón gracias a la ayuda de su mujer, donde encontrará refugio, no obstante Felipe II requerirá a la justicia de Aragón para su entrega bajo los cargos de asesinato de Escobedo, tráfico de secretos de estado y huida de prisión, mientras en Madrid había sido condenado a muerte. Pero Felipe II no las tenía todas consigo ante la justicia aragonesa, y ante una sentencia desfavorable recurrirá a la Inquisición, algo ante lo que la justicia aragonesa no podía negarse. La Inquisición lo procesó, entre otras cosas, por sodomía. La acusación se vio confirmada en 1591 por la Inquisición de Madrid, que había interrogado y torturado al paje Antón Añón hasta la muerte. No obstante la sublevación de Aragón contra la Corona y a favor de de Antonio Pérez hará que los planes del monarca fracasen, ya que una vez sofocada la sublevación Antonio Pérez escapa a Francia donde contará con el apoyo del rey Enrique IV de Francia y Navarra, posteriormente vivirá en Inglaterra, dando información sobre cuestiones de Estado, que servirán para el ataque sobre Cádiz en 1596, y poniendo las bases para la creación de la leyenda negra entorno a Felipe II.

            Morirá en 1611 en París en la pobreza total.

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