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viernes, 25 de abril de 2014

Seth y Horus: la homosexualidad en el Antiguo Egipto

Seth y Horus protegiendo al faraón.
Relieve en Abu Simbel.
Los textos sobre la homo-sexualidad en el Antiguo Egipto no son muy numerosos. Son polémicos y están abiertos a diferentes interpretaciones. La sexualidad casi nunca es repre-sentada y es rara su mención en los textos.
La referencia más explícita a la homosexualidad está en el mito de Seth y Horus. La leyenda cuenta como Seth, que había matado a su hermano Osiris, dominaba el alto Egipto, y luchaba con su sobrino Horus, hijo de Osiris, que dominaba el bajo Egipto, lo que perso-nifica la separación real de ambos territorios durante el periodo predinás-tico de Egipto. El relato cuenta que Seth trató de violar a Horus, y que lucharon en el Nilo transformados en hipopótamos durante días. En la lucha, Seth le sacó un ojo a Horus mientras que Horus arrancó el pene de Seth. Al final con la intervención de Tot, el dios de la sabiduría, ambos dioses se reconcilian.
Esta legendaria lucha sexual y su posterior reconciliación es interpretada por los historiadores como una alegoría de las luchas entre ambos reinos, que se unificarían alrededor del 3000 a. C. Tras la unificación la pareja de dioses se representaba frecuentemente como símbolo de la unidad con ciertas connotaciones ambiguas. En algunas versiones Seth incluso da a luz a un niño de Horus.
Otro relato encontrado en un papiro en El-Lahun (Imperio Medio, hacia 1700 a. C.), cuyo texto completo se ha conservado en una copia del Imperio Nuevo (hacia 1200 a. C.). Cuenta otra versión del mito de Horus y Seth. En él se describe como Seth viola a Horus e intenta humillarlo. Llama a los jueces para que dieran constancia del hecho, pero Horus, había recogido el semen de Seth por consejo de su madre Isis, que lo puso en una lechuga, la comida favorita de Seth, y éste se lo comió sin darse cuenta. Cuando los jueces llamaron al semen para constatar la fecundación, todos se sorprendieron al encontrarlo en el estómago de Seth, siendo este el deshonrado y exonerando a Horus.
La interpretación de este fragmento vuelve a ser problemático. No se conoce el motivo de la humillación de Horus si es por ser sometido a un acto homosexual, por ser una violación, o por los dos motivos. En cualquier caso aunque no nos revele la opinión de la sociedad egipcia hacia la homosexualidad, nos dice que conocían el concepto de sexo entre hombres.
La historia de Horus y Seth podría indicar que en el antiguo Egipto existía una imagen de la homosexualidad similar a la existente en muchas culturas orientales. Las relaciones homosexuales son aceptadas para el homosexual activo (asociado a lo masculino), mientras que el pasivo (asociado a lo femenino) es despreciado.

Los manicuros del faraón.

Manicuros en la mastaba de Saqqara,
2.600 años a. C.
Las imágenes más antiguas que muestran
las relaciones homosexuales en el
Antiguo Egipto.
En 1964 en la necrópolis de Saqqara un arqueólogo descubrió una tumba donde se representaban escenas de la vida cotidiana en pareja de manicuros (Niankhkhnum y Khnumhotep) incluso abrazándose afectuosamente. Habían estado empleados en el palacio de Rey Nyuserra (quinta dinastía) alrededor del 2.600 a. C. Las imágenes de los dos hombres en la tumba eran muy similares a las de matrimonios heterosexuales encontrados en otras tumbas del mismo período.
Los dos manicuros aparecen siempre abrazados en actitud cariñosa, lo que se identificó con dos hermanos. Sin embargo, algunos historiadores han teorizado sobre la identidad homosexual de ambos personajes, basándose en otras coincidencias, como la conexión de sus nombres, Nianj-Jnum y Jnum-Hotep, y el hecho de que a los dos se les considerara “unidos en la vida y en la muerte”, igual que a las parejas desiguales de hombre y mujer:
Nianjjnum significa "unido a la vida" y Jnumhotep "unido al estado bendito de la muerte". Ambos juntos pueden traducirse como "unidos en la vida y en la muerte".
Este descubrimiento, el más antiguo de cuantos se refieren a la existencia de la homosexualidad en el antiguo Egipto, supuso la confirmación de cómo también allí determinados oficios relacionados con la estética (manicuro, maquillador, peluquero…) eran ejercidos frecuentemente por varones homosexuales y que además estos vivían en pareja abiertamente y eran enterrados juntos para compartir la eternidad.