martes, 1 de abril de 2014

El cuerpo

Hirschfeld y colaboradores defienden en teoría y práctica la idea de que cada propiedad psíquica tiene su expresión corporal. Eso vale también para los hombres y las mujeres homosexuales. Por ejemplo, no solo la libido de los hombres homosexuales no se dirigiría, como la de las mujeres heterosexuales, hacia los hombres sino que su cuerpo se parecería al cuerpo femenino. A esta conclusión llega también el doctor Arthur Weil, que en 1921 compara las medidas corporales de algunos homosexuales y heterosexuales: la pelvis de hombres homosexuales sería en relación a los hombros más ancha que la de hombres heterosexuales. También la relación entre la parte inferior y superior del cuerpo se inclinaría hacia lo “femenino”. Weil supone como causa que la función de los testículos de los hombres homosexuales habría sido alterada en la fase de crecimiento, de tal manera que las proporciones corporales se habrían desarrollado de modo más “femenino”.

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