Publicado en NeoFronteras en Junio 23,
2008 @ 12:46 am - Área: Genética
Explican la
paradoja evolutiva que representa la homosexualidad masculina al tener en
cuenta el factor de la fertilidad femenina.
Desde el
punto vista evolutivo la homosexualidad debería de desaparecer. Por definición
los homosexuales no se reproducen o se reproducen menos y sus “genes gays” que determinarían su
sexualidad, serían eliminados del acerbo genético de la población en el
transcurso de las generaciones. Pero los homosexuales están ahí, existen, y por
tanto tenemos una situación paradójica.
Ahora un
estudio afirma que en el caso de la homosexualidad masculina estos supuestos
genes no son eliminados porque aumentan la fertilidad de las mujeres.
El estudio
de gemelos idénticos sugiere que la homosexualidad masculina se ve influenciada
por factores psicosociales, pero que tiene una importante componente genética.
También hay ciertos estudios que muestran que los homosexuales varones tienen
más parientes homosexuales por la línea materna que paterna. Esto no ha sido
observado en la homosexualidad femenina, lo que indicaría, en este caso, un
origen y dinámica distintos.
Aunque esos
resultados sugieren su existencia, la investigación científica no ha conseguido
todavía aislar estos genes que está ligados a la homosexualidad masculina. No
obstante, los resultados sobre la línea materna han hecho pensar a ciertos
científicos que esos “genes gays”
podrían encontrarse en el cromosoma X.
En 2004 un
equipo de investigadores dirigidos por Andrea
Camperio Ciani de la Universidad de Padua en Italia informó que las mujeres
emparentadas con hombres gay tenían más niños que las mujeres emparentadas con
hombres heterosexuales. Así por ejemplo, las madres de hombres homosexuales
tenían 2,7 niños en promedio mientras que las madres de hombres heterosexuales
tenían 2,3. Había resultados similares para otros grados de parentesco.
En un nuevo
estudio publicado en PLoS ONE, Camperio
Ciani y sus colaboradores usan un modelo matemático para ver los posibles
escenarios genéticos que puedan explicar los resultados. Los investigadores
estudiaron más de una docena de posibilidades, tales como el número de “genes gay”, cuánta ventaja reproductiva
proporcionan, si están localizados en el cromosoma X o no, etc. El modelo que
mejor explica los datos disponibles es el que considera que hay dos “genes gay” con al menos uno de ellos en
el cromosoma X. Estos genes aumentarían la fertilidad de las mujeres pero la
disminuirían en los varones.
Los otros
modelos no encajan en los datos, o bien los alelos en cuestión desaparecen
fácilmente, o bien invaden la población, o bien no describen los patrones de
distribución de homosexualidad masculina y fertilidad femenina observados.
Este
fenómeno ha sido encontrado previamente en insectos, aves y en otros mamíferos
diferentes al ser humano y se denomina antagonismo
sexual. La idea básica es que ciertos factores genéticos se propagan por
una población dando ventaja reproductiva a solamente uno de los sexos.
Además los
investigadores sugieren que estos genes gay podrían aumentar el atractivo tanto
de hombres como de mujeres a ojos de los hombres en lugar de hacer a los
hombres simplemente más femeninos como antes se había propuesto. Aunque el
efecto es malo para la fertilidad masculina, es bueno para la fertilidad
femenina y permite la supervivencia de estos genes dentro de la población a una
tasa baja, aunque estable, dentro de una dinámica compleja.
Algunos
científicos del área juzgan que este estudio es un elegante análisis matemático
y una solución simple a la paradoja
darwiniana que representa la homosexualidad.
La paradoja,
por tanto, dejaría de serlo y la evolución explicaría plenamente el fenómeno.
El estudio
proporciona nuevas pistas sobre la homosexualidad masculina. En particular no
habría que verla como un rasgo perjudicial al reducir la reproducción
masculina, sino que habría que verla dentro del marco más amplio de la
población, en donde aumenta la fertilidad femenina.
La
homosexualidad masculina sería además el primer ejemplo en humanos de un número
desconocido de rasgos genéticos
antagonistas, que contribuirían a mantener la variabilidad genética natural
humana.
Además, esto
podría abrir nuevas vías a la creación de modelos que explicaran la
contribución de estos factores antagonistas sobre otros conflictos sexuales de
base genética que no se comprenden bien actualmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario