Gilgamesh y Enkidu. Una historia homoerótica de los antiguos sumerios. |
Gilgamesh, rey de
Uruk (llamado Ereck en Génesis 10:10), era un hombre muy bello que debido a que
es dos tercios dios y un tercio humano, afligía a los ciu-dadanos de Uruk, con
su insaciable apetito sexual sin distinción de sexo, copulaba tanto con mujeres
y hombres. Así que los dioses crean a un héroe capaz de acabar con él, llamado Enkidu, un hombre igualmente hermoso,
fuerte y con los cabellos largos, que es entrenado por una prostituta mandada
también por los Dioses. Cuando Gilgamesh
y Enkidu finalmente se encuentran,
en un primer momento combaten con furor, pero luego se besan y conforman
una inseparable amistad. Después de unas
de sus tantas aventuras juntos, Gilgamesh
es observado por la diosa Ishtar,
que queda prendada por la belleza del rey,
y le pide que fuera su hombre. Cuando él se niega, enfurecida, ella
convence a los dioses para liberar el toro del cielo para matar a Gilgamesh. Sin embargo, Enkidu agarra el animal por la cola,
mientras Gilgamesh empuja su
cuchillo y mata a la gran bestia. Pero los dioses furiosos porque el gran toro
ha sido asesinado, deciden que uno de los héroes debe morir, eligiendo a Enkidu. Y así, Enkidu se debilita y muere. Gilgamesh,
fuera de sí por el dolor, cubre el rostro de su amigo "como una novia", arranca el pelo rizado en grupos, se
arranca la ropa fina, y llora sin consuelo por la pérdida de su amigo. A partir
de entonces, se pone en marcha para encontrar un camino a la vida inmortal, para
poder reunirse con Enkidu.
Aunque muchos estudiosos han negado que
exista un contenido homoerótico aquí, la intensidad y la exclusividad de su
amistad, junto con el énfasis en su belleza, hace que este punto de vista sea difícil
de mantener.
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