martes, 1 de abril de 2014

Travestismo


La noción de “travestido” es un neologismo de Hirschfeld. Define el “trasvestismo” como sigue:
«Se trata del impulso a aparecer en la vestimenta exterior del sexo al cual una persona, según sus órganos sexuales visibles, no pertenece. Hemos llamado esta pulsión trasvestista, de “trans”: contrario y “vestitus”: vestido, aunque reconozcamos que este nombre remite solo a la parte más evidente de la apariencia y menos al núcleo interno puramente psicológico» (Hirschfeld, 1918).
En contra de las opiniones de Krafft-Ebing, de Freud y de otros, Hirschfeld insiste en que la “pulsión al disfraz” no sería como una forma de homosexualidad. Conforme a sus investigaciones habría más o menos tantos travestidos heterosexuales como homosexuales. Como prueba del carácter innato de esta pulsión Hirschfeld arguye que las terapias psíquicas con los travestidos, al igual que con los homosexuales, habrían fracasado. Deduce desde la analogía con la homosexualidad el condicionamiento hormonal del trasvestismo: de manera semejante a lo que sucede con los homosexuales se pueden reconocer en los travestidos diferentes tipos característicos que “no se podrían explicar de otro modo que glandularmente”.
Hirschfeld constata que el vestido es de importancia vital para el bienestar corporal y psíquico de los travestidos, Por eso plantea la cuestión de “si el médico no solo tiene el derecho sino hasta la obligación de permitir, prescribir, el cambio de vestimenta”.
A los travestidos a quienes les importa la adaptación del nombre a la pertenencia sexual aspirada los caracteriza Hirschfeld como “travestidos nominales”. Con el abogado Walter Niemann se implica por la realización de este deseo. A principios de los años 20 del siglo XX los travestidos masculinos y femeninos pueden, con  autorización administrativa, cambiar su nombre original a un nombre sexualmente neutro como Alex, Toni o Gert.
Los colaboradores de Hirschfeld contribuyen también a que se introduzcan los “certificados de travestido” y sean reconocidos por la policía. En estos certificados se estipula que la mujer en cuestión es conocida como “portadora de ropa de hombre” o el hombre en cuestión como “portador de ropa de mujer”.
Mientras otros médicos y psicólogos intentan eliminar terapéuticamente el trasvestismo de sus pacientes, Hirschfeld tiende a cumplir el deseo de los travestidos (Terapia adaptativa). Intenta transformar el cuerpo de los travestidos mediante una inyección de preparados orgánicos, (extractos de testículos o de ovarios) en la dirección sexual deseada.
A finales de los años 20 su colega Felix Abraham escribe un informe sobre la primera operación de transformación genital efectuada con la colaboración de Ludwig Lewy-Lenz.

Por regla general hay una sucesión de etapas hacia el otro sexo: cambio de nombre, certificado de travestido, operación.


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